Con la venia... Andrés Montalbán
“El juez que es duro con la administración es un juez criticado”
- Entrevistado: Andrés Montalbán Losada (magistrado-juez del juzgado de Lo Contencioso-Administrativo número 1 de Cartagena)
“La lucha por el derecho es la poesía del carácter”
(Rudolf Von Jhering)
¿Quién es Andrés Montalbán?
- Nacido en Barcelona, aprobó la convocatoria de judicatura en el año 2007, estando durante el ejercicio 2008/2009 en la Ciudad Condal. Después, en 2009/2010 llegó a tierras murcianas, en concreto, al juzgado de Instrucción num. 5 de Murcia con la magistrada Isabel Carrillo, y en el juzgado de Primera Instancia num. 2 con la magistrada Yolanda López Vega, formándose como juez. Continuó dicha formación en el juzgado de Familia con Marcos de Alba y en Violencia de Género con Fátima Saura.
- Su primer destino llegaría en junio de 2010 como juez titular en la sala de Primera Instancia e Instrucción num. 1 de Cieza, que era un juzgado mixto con competencias exclusiva del partido judicial en Violencia sobre la Mujer. Allí permaneció durante cinco años.
- Posteriormente estuvo en el juzgado de Instancia e Instrucción num. 3 de Cieza casi un año y ascendió a la categoría de magistrado en el juzgado único de Lo Contencioso-Administrativo de la ciudad de Cartagena, en el que lleva desempeñando dicha tarea durante un año y un mes.
- Su tiempo libre, sin dudarlo ni un momento, lo dedica principalmente a compartirlo con su mujer y sus hijos, aunque no menosprecia algo tan simple como tomarse una cerveza acompañada de cacahuetes o ir a la playa. Le gusta ver series televisivas, cenar con sus amigos, y jugar al baloncesto.
¿Fue vocacional ser juez?
Fue una decisión personal en contra de mi familia. Mi padre es magistrado y mi madre abogada, y mi padre prefería que fuese abogado antes que juez. Yo quería ser juez o meteorólogo, pero finalmente decidí estudiar Derecho y tenía claro desde el inicio de la carrera que quería ser juez. ¿Por qué?, porque lo había visto… el juez pone sus conocimientos jurídicos al servicio de la prueba, de la convicción a la que has alcanzado tras la prueba.
El juez antes de cualquier cosa, tiene que ser un ser humano, una persona equilibrada. Yo me hice juez para defender a los débiles. Es decir, aplicar la ley de igual forma tanto al que tiene el poder, pero también y tal vez más importante, que le sea también aplicada con la garantía de todos sus derechos al que ocupa la posición débil, ya fuese a los detenidos cuando era juez de instrucción como a los administrados en la jurisdicción administrativa que ocupo ahora.
¿Qué tiene la jurisdicción administrativa que no haya visto en las otras?
Engancha mucho. Es una jurisdicción que está escondida. La jurisdicción penal y civil son las clásicas, la mercantil es la de moda, la social es la de los trabajadores y el empresario, y la administrativa es algo que esta ahí y si no te metes no la conoces, y es increíble. La administración es un gigante de pies de barro. La administración no individualiza, no concreta, tiene miles de expedientes, los cuales pueden llegar a tener la misma resolución aunque no sean ni mucho menos iguales. García Enterria siempre hablaba de interés general, en cuestión de que debíamos proteger a la administración porque la administración nos protege, pero claro, el problema surge cuando la administración no te protege. El juez que es duro con la administración, es un juez criticado.
¿Qué opina de que el juzgado contencioso-administrativo esté fuera del Palacio de Justicia de Cartagena?
Me parece fatal para el ciudadano, aunque yo esté encantado, pero soy consciente de que para el ciudadano no es así. Ahora estoy encantado con mi decano, pero parece ser como un desprecio por la jurisdicción administrativa, ya que no entiendo como hay varios números de todas las jurisdicciones en la sede, y no cabía un juzgado de esta jurisdicción, que es importantísima. Tendría más sentido que todos los órganos de instancia estuvieran todos juntos y la audiencia fuera. Al fin y al cabo, este juzgado tan sólo vela por los derechos fundamentales de todos los ciudadanos de Cartagena (risas). Aquí no tenemos ni guardia de seguridad por si algún día hay alguien descontento.
¿Hay mucha carga de trabajo?
La carga de trabajo es bestial. Cartagena es de las 15 ó 20 ciudades más grandes de España, y hay muchísimas cuestiones que resolver. Son numerosas las sentencias que poner y las horas que se le podían poner a este puesto como magistrado es ilimitado, pero digo categóricamente que me niego a dedicar más horas de las normales, ya que además soy uno de los tres delegados que coordinan la prevención de riesgos laborales de la Comunidad Autónoma, y una sentencia debe ser meditaba y puesta en condiciones.
¿Defina Justicia?
Es muy complicado. Diría eso de dar a cada uno lo suyo pero, ¿qué es lo suyo?. Justicia es, a mi modo de ver, aplicar la norma de una manera razonable y siempre contextualizada, entonces Dios nos libre de las interpretaciones literales que hacen daño y que no tienen sentido, pero también de quien va por libre. Si no nos gusta una ley, cambiémosla, durante una época se hablaba de la doctrina del Derecho alternativo. El Tribunal Supremo en algunas de sus sentencias, como por ejemplo la de la cláusula suelo, que la declara nulo desde su sentencia, cuando la doctrina de la nulidad es clara desde Ulpiano. La justicia es aplicar la legalidad ayudando al más débil.
¿Qué opina de la necesidad en Cartagena de la Ciudad de la Justicia?
Es necesaria, pues claro que sí. Cartagena es una ciudad con la población suficiente como para tener una ciudad de la justicia, pero eso sí, una en condiciones y bien hecha.
¿A qué personaje histórico tiene algo que agradecerle?
Admiro muchísimo a la gente que dedica a investigar para mejorar la vida de los seres humanos. Gracias a ellos el mundo es un poco mejor. Así que a cualquier persona que haya hecho por mejorar la vida de todos, ya sea a nivel médico, humanitario, político, etc.
¿Alguna anécdota que destacar en las vistas?
Nunca he tenido delante de mí a abogado alguno que se haya portaba mal conmigo, pero sí he detectado faltas entre compañeros abogados de deontología, ya que al intentar llegar a acuerdos y no conseguirlo, en sala han sacado los trapos sucios, y eso me da pena. Cuando han intentado negociar, y alguien por ejemplo ha reconocido al otro abogado que era culpable el cliente, al no llegar a acuerdo, en sala a salido con que el otro abogado le había reconocido que era culpable. Esas cosas no se hacen.
Recuerdo un interrogatorio, el que tuve que sustituir en un juzgado de instrucción en un tema de corrupción, y de lo que me di cuenta es de como debe modificarse las cosas, hay una justicia de primera y una justicia de segunda, pero no por los profesionales, sino por los medios. No existen en algunos juzgados fiscalías especializadas, jueces especializados. Los medios hacen que la justicia sea más ágil y eficaz.
Agradecemos la entrevista concedida por Andrés Montalbán, que como decía don Quijote, “soy, y mi profesión la de andante caballería. Son mis leyes, el deshacer entuertos, prodigar el bien y evitar el mal. Huyo de la vida regalada, de la ambición y la hipocresía, y busco para mi propia gloria la senda más angosta y difícil…, y terminando por cuestiones que aunque no salen en la entrevista entre usted y yo hablamos, termino diciendo que es mejor ser loado de los pocos sabios que burlado de los muchos necios”. Un verdadero placer y muchísimas gracias.