Ríos de nácar ©
Belleza escondida en el suave tacto
que se inventa junto a cada movimiento
en el cadencioso vaivén donde la emoción
acunada y protegida, se olvida
de alguna postrera pena;
las rosas envidian tanta paz
y la brisa se viste de gala para murmurar
todos los te quiero.
En este universo sosegado
de colores y silencios,
de calmas ganadas y arrullos que llevan,
la palabra pierde su fuerza y su razón,
imponiéndose el abrazo y…
una lágrima que cae,
va dibujando en su río de nácar,
una nota que suena a verdad.
©Jpellicer