'Puñales en la espalda, el enemigo es el que está a tu lado'
Decía Concepción Arenal que, “La dignidad es el respeto que una persona tiene de sí misma y quien la tiene no puede hacer nada que lo vuelva despreciable a sus propios ojos”. Curiosa y temo que demasiado profunda reflexión, no para los lectores, sí para los implicados.
No, no es la película de estreno que amenaza en Navidad, que pudiera, donde el inquisitivo y cortés misterio mueve una red de pistas falsas y mentiras interesadas para tratar de descubrir la verdad tras la muerte del escritor en el filme, pero la muerte de la dignidad política en la realidad, sí lo es. Y la compañía va por barrios, incluidas las taifas, lo de Navarra o Valencia de Juzgado de Guardia, “fueraparte” las dos joyas, catalanes y vascos.
Sí, de dignidad pretende ir esta misiva semanal, dignidad que, en este caso, estos sinvergüenzas y sinvergüenzos -por la paridad progresista- aspirantes a presidente y vicepresidente han alicatado hasta el techo, como dice la canción, y ahora, buscan cenefas que los alivie, que los blanqueen pero con cal, no con aquel “Blanco España” que usaba mi madre, como a los más despiadados delincuentes de la moral, y todo, entre mentira y mentira, entre puñalada y puñalada, fracasos que cuelgan en cada azulejo de su pérfidas y corruptas almas ingratas con el Pueblo Español, nos ningunean sin cortapisas, y lo peor, nos toman por tontos, hay un crisol de argumentos consentidos por los propios medios de comunicación, ora afines, ora cómplices con quien desviar y manipular la oscura realidad, y como la película, misteriosamente convulsa, diría que hasta concertadamente insubordinada que atenta contra la integridad de este país, la ruina más profunda disfrazada de comediante de feria con un papel estelar representado por el dirigente del partido político más corrupto de la historia de España, otra vez, sí, el PSOE y no es una opinión, es un hecho tangible, ya lo fue en la segunda república usando el autoritarismo y el despotismo más radical para enfrentarnos y enriquecerse los terratenientes de aquel yunque ornado de un libro que era su símbolo maridado con la hoz y el martillo de la crueldad y la miseria, y lo ha vuelto a hacer en la democracia heredada del 78, ya empezó Guerra y otros y termina con Griñan y Chaves, pero ojo, que no es el final.
Hablo de falta de dignidad porque han conseguido que una tercera envestidura o intento de ella se vea ensuciada por el separatismo, por los verdaderos enemigos de la nación y su integridad, los mismos que han montado un teatro vergonzoso en las calles catalanas recientemente y no lejos en el tiempo, cubrieron de sangre el País Vasco y España, los asesinos de ETA y sus herederos, y han conseguido que hoy parezca natural, y así, con una memoria histórica prostituida al gusto del legislador, que establece la paz y el desagravio a asesinos y terroristas y estigmatiza a los contrarios o víctimas. El fracaso electoral del PSOE y Podemos se ha vitrificado en un alicatado de moralidades y responsabilidades permeables, húmedas y apestando a alcantarilla, acercándose a los sediciosos, a los delincuentes encarcelados, a esos mártires de mugrienta y pasada plastilina que quieren canonizar los de la santa sede catalana y el honorable Torra hace mención y ya, hasta nos parece natural y normal, “increíble”. “Nos reímos del honor y luego nos sorprendemos de encontrar traidores entre nosotros”. C. S. Lewis.
Si nos abocamos a otras elecciones la culpa no será del estrepitoso fracaso progre de socialistas y comunistas, de su descarada indecencia, de su moral contaminada. La culpa será de los moderados dudosos que engañados, ninguneados, usados como piltrafas electorales le han votado y no han sido suficientes, recordar las veces que ha mencionado el presidente en funciones su asco a los comunistas y a los separatistas en un vergonzoso acto de oprobio para captar el voto sereno y centrado del ciudadano, los mismos que ha engañado y ultrajado, y los mismos que en otras elecciones no le votarán, por faltarle el respeto, ultrajando ese contrato que se realiza en las urnas, y ahora, son sus compañeros de cama y de coito político lo peor de cada casa, los que se están repartiendo el pastel gubernamental sin el beneplácito del Jefe del Estado, como en una pútrida república bananera. “Enemigo no es el que está frente a ti, con la espada en la mano. Es el que está a tu lado, con el puñal a sus espaldas”. Paulo Coelho
Además, la culpa de esta indecencia política la tendrá el Partido Popular por existir, simplemente, ya que este indecente líder socialista apellidado Sánchez no ha tenido los cojones, pero si la soberbia de llamar al resto de partidos constitucionales y configurar un gran pacto de estado que asegure la viabilidad del país. La culpa no será de los extremistas comunistas y explotadores de obreros como Echenique, la Montero y su colega Monedero por destacar a los principales documentados de Podemos, no tendrán la culpa de su pérdida de escaños y su estrepitoso fracaso, la culpa es de los cuatro millones de españoles, estúpidos, fascistas y demás canallas que han votado a VOX, donde me sitúo sin vergüenza y con orgullo.
Estos sinvergüenzas sin dignidad ni moral existen, son parásitos sociales sin ningún logro, ni profesional ni personal, que tienen la habilidad de situarse en lugares preminentes, en la vida social, en las empresas, en las instituciones y como buen espejo de nuestra sociedad, también en la política, y son astutos en hacerse gala de los éxitos de los demás como suyos y hábilmente escamotearse de los fracasos, nunca son de ellos, siempre encontrando culpables que los blanqueen, un rápido ejercicio mental nos pondrán en el aire un sinfín de nombres, de conocidos que no amigos, de siluetas y figuras que como mosquitos en las salinas de Marchámalo nos acosan a picotazos como una verdadera plaga divina.
“El hipócrita tiene doble cara. Es un simulador. Jesús, hablando de estos Doctores de la Ley, afirma: "Estos dicen y no hacen", es otra forma de hipocresía. [...] Además, el hipócrita es incapaz de acusarse a sí mismo: jamás encuentra una mancha en sí mismo; acusa a los demás. Pensemos en la pajita y en la viga, ¿no? Y así podemos describir esta levadura que es la hipocresía. Estos progres, se abrazan y con una puñalada en la espalda se dan el sí quiero, uno débil y traidor, el otro hábil y forajido, pero la verdadera puñalada la recibimos los españoles”. Reflexión del Papa Francisco sobre el evangelio de Marcos 8,14-21.