'El falso 'Estado de alarma' en España'
Considero que habría que denunciar la situación de confinamiento en la que nos encontramos desde que el gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos decretó el 'Estado de alarma' el 15 de marzo, ya que en realidad estamos sufriendo en nuestras carnes un 'estado de excepción encubierto', para ello es necesario distinguir las diferencias entre los estados de 'alarma' y de 'excepción'.
Durante el 'Estado de alarma', según la Ley Orgánica 4/1981, de 1 de junio, se podrán llevar a cabo una serie de medidas especiales:
A) Limitar la circulación o permanencia de personas o vehículos
B) Practicar requisas temporales de todo tipo de bienes
C) Intervenir las industrias de cualquier naturaleza
D) Limitar o racionar el uso de servicios o el consumo de artículos de primera necesidad e impartir las órdenes necesarias para asegurar el abastecimiento
El 'Estado de excepción' se caracteriza en que el Gobierno podrá tomar una serie de medidas especiales, cuando se alteren gravemente los derechos y libertades de los ciudadanos, el normal funcionamiento de las instituciones democráticas o cualquier otro aspecto de orden público.
En ambos casos, el Gobierno ha de remitir al Congreso de los diputados una solicitud para declarar el estado de excepción y el estado de alarma, así como las medidas a adoptar, el ámbito territorial, la duración y la cuantía máxima de sanciones que puede imponer la Autoridad.
Además, durante el estado de excepción se pueden prohibir, en caso de ser necesario, las manifestaciones o la celebración de reuniones, así como las huelgas y la adopción de medidas de conflicto colectivo.
La Ley Orgánica 4/1981 en el artículo primero deja clara que las declaraciones de estados de alarma, excepción o sitio podrá proceder sólo cuando no sea imposible el mantenimiento de la normalidad mediante los poderes ordinarios de las autoridades que tengan competencia.
Una vez expuestas las diferencias entre el estado de alarma y el estado de excepción, debemos preguntarnos si en nuestro país estamos realmente ante un estado de alarme o ante un estado de excepción encubierto.
Debemos manifestar 'rotundamente', que desde el 15 de marzo de 2020 nos encontramos ante un estado de excepción encubierto, porque aparte de practicarse las medidas propias del estado de alarma, nuestro apreciado Gobierno, aprovechando una gravísima crisis sanitaria ha restringido los derechos y las libertades de todos los españoles, puesto que sin decirlo claramente, hasta el día 2 de mayo (fecha en la que se sacaron de la manga una medida de alivio, consistente en la práctica de deporte y de paseo por parte de los mayores de 14 años), nos encontrábamos ante la situación de 'toque de queda a las 20 horas', siendo totalmente ridículo que si seguíamos estando en la calle después de los reglamentarios aplausos desde los balcones, se nos impondrían multas coercitivas por infringir el confinamiento, fundamentando esas multas en la Ley de Seguridad Ciudadana, más conocida por “ley mordaza”, ley que el PSOE votó negativamente en el Congreso en su trámite parlamentario, estando en el gobierno el PP.
¿En qué artículo de la citada Ley se puede basar la imposición de multas cuya cuantía mínima es de 600 euros? La respuesta es que en NINGUNO, siendo totalmente ilegales esas multas, y además dudamos mucho que ésas se vayan a tramitar, excepto en casos como una persona que sacó a pasear su aspirador en Palencia
Por otra parte, es totalmente inconstitucional el 'poder discrecional' que se le ha otorgado a las Fuerzas de Seguridad del Estado en el artículo 5 del Decreto regulador del Estado de Alarma, para poder imponer multas sin motivo que lo justifique. Es totalmente lógico y coherente, que el sindicato JUPOL del Cuerpo Nacional de Policía, sindicato mayoritario de la Policía Nacional, haya interpuesto una querella contra el Gobierno para lavar su imagen por semejante disparate.
Entendemos que el citado artículo es más propio del estado de excepción que del estado de alarma. Hemos vivido, y en algunas comunidades autónomas todavía lo siguen viviendo, en una situación de grave miedo, puesto que se ha llegado al extremo de detener a personas e ingresarlas en prisión por haberse saltado el supuesto estado de alarma encubierto.
Por otra parte, si desde un principio se hubieran tomado las medidas de seguridad adecuadas (EPIS, mascarillas, guantes, etc.), las industrias no habrían tenido que parar su producción.
Asimismo, estimo que el Gobierno se ha inventado las 'fases de descalamiento' del confinamiento, que parecen inventados por los hermanos Marx, y no por ninguna persona que se encontrara en sus cabales.
Finalmente, el penúltimo disparate, que no el último porque no sabemos cuanto durara esto, es que el Presidente desea solicitar una prórroga de 30 días, que precisamente son las prórrogas del estado de excepción, pero es capaz de inventarse una ley que sea totalmente inconstitucional, pero le da exactamente igual, ya que lo que desea es que los españoles estemos totalmente acobardados ante esta grave crisis sanitaria, que se podía haber regulado sin restringir nuestra libertad de circulación.