'A propósito de Pencho'
Me moriré en La Unión
Junto a las minas
Con un rumor de mar a mi costado
El cante de mi tierra como rezo
Y el trovo de mi amigo por corona
María Cegarra Salcedo
"En estos días en los que el flamenco toma cuerpo en La Unión, la estética sublime de Pencho Cros impregna cada espacio de la ciudad. La estética de Pencho trascendía más allá del flamenco situando este arte en plena sintonía con la historia de nuestro país.
El Cante de Las Minas ha sido imprescindible para que el flamenco sea declarado Patrimonio Inmaterial de La Humanidad: con una aportación importantísima de los sencillos mineros, sobretodo de origen andaluz, que acudieron a trabajar a nuestras minas y que después de esa agotadoras jornadas mineras acudían a las tabernas, ventorrillos y posteriormente en los Cafes Cantante. Los mejores intérpretes fueron dándole forma a los fandangos mineros;cantes de madrugá, taranta, minera, cartagenera y murciana.
Sin duda, el Rojo el Alpargatero, se impregnó de todo ese legado y fue dotando de contenido nuestros cantes. D. Antonio Chacon quiso aportar también tu proverbial talento a nuestros cantes, sobretodo a la bella cartagenera.
Pues bien, con estos ingredientes, y con esta historia tan alucinante de ciudad -en palabras del mágico Asensio Saez-, poco a poco se fueron gestando, con aportaciones indudables de cantaores de Almeria, de Linares, de La Carolina, nuestros cantes mineros; rudos, desgarradores, difíciles, pero bellos. Así, asumiéndolos como imprescindibles en sus repertorios, cantaores de la talla de Pepe Marchena, Juan Valderrama, El Cojo de Málaga, Bernardo el de los Lobitos, Almaden, Canalejas, Centeno o Piñana, que los grabó en la Antología de Hispavox.
A este breve relato le faltaba la voz oportuna de Valderrama, reclamando el lugar que le correspondía a La Unión en el panorama flamenco nacional. Esa aspiración fue recogida por Asensio Saez, Pedro Pedreño,y un joven e inteligente Alcalde Esteban Bernal, dando lugar al acontecimiento más importante del Flamenco en España: El nacimiento del I Festival Nacional del Cante de las Minas el 13 de Octubre de 1961 dentro de la programación del Las Fiestas Patronales del Rosario. Todo ello recogido en un sencillo folleto con la fotografía del joven guitarrista Antonio Piñana junto al Concurso de Cante Jondo de Granada de 1922, de Federico Garcia Lorca, y D. Manuel Falla y al Concurso Nacional de Flamenco de Córdoba del año 1955.
Pues bien, si el Concurso de Granada lo ganó con trece años Caracol, el de Córdoba, Fosforito y en La Unión se alzó en tres ocasiones con la Lámpara Minera Pencho Cros; un cantaor que sin llegar a ser profesional se impregnó de toda la sabiduría de esos cantaores, a veces no comprendidos, de la Ópera Flamenca. Sobretodo, Pencho ha tenido un instinto cantaor único acompañado de una voz escalofriante cuando interpretaba nuestros cantes, siempre a su lado un excelente guitarrista Antonio Fernandez.
Pencho Cros tiene una voz que, como decía el crítico del País Ángel Álvarez Caballero, que duele y lastima pero a la vez siempre encontraba en su voz una ventana abierta a la esperanza al compartir su sabiduría.
Por citar por ejemplo, a Mayte Martin, cuando la vi embelesada en las casa de Murcia en Barcelona escuchar a Pencho. Y qué decir de
Miguel Poveda, que siempre lo ha escuchado en silencio, como se debe de escuchar a los maestros.
Pencho traspasó las fronteras del artista para ser un personaje siempre cercano y generoso, con un cierto aire de misterio. Por eso no compartía con todos un atardecer del Cabezo Rajao, ni un vino en la bodega Lloret, templo del cante.
Creo que este merecido reconocimiento conociendo su timidez, le costaría aceptarlo. Sin embargo es justo. Por ese motivo expreso mi agradecimiento a Manolo Navarro, al Alcalde Joaquin Zapata y al director del Festival Julio Cegarra. También por supuesto, a toda su extensa familia de sangre y del flamenco".
Vi un minero en la cantina
con muchos conocimientos
que el que trabaja en la mina
conoce el Mundo por dentro
y lo demás lo adivina.
Enrique Hernández