‘Una pobre carretera que da mucho dinero’
Los habituales al volante saben que existen una serie de lugares donde los ‘guardias de Tráfico’ se ponen de forma habitual porque saben que ‘hacen caja’. Uno de esos puntos está en la salida del Camino del Sifón en Cartagena por la antigua empresa de Tamar. Es incalculable el dinero en multas que se ha podido recoger en muchos años de una vía que, salvo el stop final, no tiene ni pintura que delimite sus carriles.
Entiendo que aquí entramos en la guerra de las administraciones, pues los agentes de la Guardia Civil son del Estado y esa carretera será autonómica, municipal o agrícola. La verdad es que no lo sé, pero me choca mucho que siga dando dinero y que nadie se preocupe por empujar para su dignificación, que supondría un firme que no sea tan propenso a los baches como el actual y que se pinten las líneas separan a los que coches que van de los que vienen. Se adivina que había unas líneas laterales, pero casi ya no existen. Sólo hay una señal de stop al final, cuando se va a entrar en la carretera que va desde La Aparecida hasta Torreciega, y sucede que en sus últimos metros hay una ligera cuesta, con lo que muchos se quedan ‘casi parados’, pero no del todo, y si ven que no viene coche alguno, entonces salen y… ¡zas¡, multa al canto.
No digo que no haya que respetar escrupulosamente la señal de detención total, pero si lo que se busca con las multas es la seguridad en la circulación, también lo es tener carreteras decentes y más en casos como éste, en el que son miles sus usuarios, pues conecta el polígono Cabezo Beaza y la entrada de la ciudad de Cartagena con los barrios de Cartagena Norte. Y lo mismo le digo a los ayuntamientos que apuran el repintado de la señalización viaria. Hay algunos municipios que esas líneas blancas ya ni se ven ni se adivinan. Si la seguridad es cosa de todos, que lo sea, y no sólo de los ciudadanos multables.
En el caso de este artículo, reitero que me choca mucho que una carretera se tenga tan olvidada para una cosa y tan presente para otra. Sin embargo, seguro que me estoy pasando y resulta que todo está ‘ferpecto’.