El día de la democracia
Dada mi eterna simpleza, comienzo diciéndolo muy claro. El que se sienta demócrata debe (salvo imposibilidad) votar hoy. Para no tener que 'molestarse' en votar ya tuvimos durante cuarenta años una dictadura. Da lo mismo al partido qué se vote o si se deposita la papeleta en blanco, pero el acto democrático está en meter los sobres en la urna y que los aspirantes a gobernar sientan que sus ambiciones dependen de los pueblos.
No es cuestión de elegir la papeleta que vaya a ganar. En absoluto, esto no es un juego de apuestas o de vaticinios. Da lo mismo que se vote al partido que menos papeletas reciba. El poder ciudadano está en el voto.
Por cierto, la Región de Murcia está entre las áreas españoles donde menos se vota. A ver si cambiamos esa tendencia y cuando hablemos en nuestros círculos familiares y de amigos del sistema democrático lo hagamos en positivo y no criticando. De acuerdo que criticar está en el ADN de muchos, pero en positivo la vida se disfruta más. En el caso que nos ocupa, un servidor es más feliz votando que asumiendo lo que le deciden los demás.
Es más, si no hubiera ciudadano alguno que votase y sólo lo hicieran los políticos, aún así saldrían elegidos alcaldes y gobiernos. Por ello, mejor ir y votar que conformarse con lo que voten los demás.
Luego está qué partido ganará o quién nos gobernará, pues no es lo mismo. En Cartagena llevan ocho años sin gobernar el partido más votado, lo que no sucede en La Unión. Como es obvio, me refiero a los dos municipios del área de influencia de los periódicos de 21DEhoy agenCYA.
Antes del recuento de papeletas todo son pronósticos y nadie tiene claro qué va a pasar. Cuando salga los resultados resultará que todos tenían claro lo que iba a pasar. Así somos los humanos.
El 'pactómetro' sí parece que funcionará, pues lo de mayorías absolutas parece complicado. En Cartagena hay más partidos que nunca: 14. En La Unión son la mitad, siendo la principal novedad la presencia de partidos localistas. Hemos tenido una campaña electoral 'larga' y más denuncias que nunca en la Región de Murcia de unas candidaturas a otras. Vale tanto ganar como eliminar antes de la salida al adversario. Aquí es cuando lanzo la pregunta que me hago cada cuatro años desde hace un tiempo ya lejano: ¿Por qué tanta ansiedad por votar ayuntamientos con problemas económicos? Parece que tener el poder está por encima de todo. De no ser así, no se producirían episodios indeseables como los de canalizar el voto de forma ilegal, como ha sucedido (presuntamente) en los últimos días. Esos hechos perjudican el ánimo de votar, pero el buen demócrata no debe desmotivarse, pues en esos casos el daño ocasionado por los 'malotes' a la Democracia sería aún mayor.
Luego están las estadísticas. Los expertos apuntan que una participación baja favorece a la derecha y que una participación alta es mejor para la izquierda. También se apunta que entre el 60 y 70% de los votantes no cambia de partido con respecto a cuatro años atrás, haya pasado lo que haya pasado. Es decir, como con el deporte, 'es más fácil cambiar de pareja en la vida de cada uno que de equipo'. Si es así, las campañas de los aspirantes se habrían centrado en ganarse entre el 30 y 40% del electorado. Sin embargo, me pregunto: ¿sómos máquinas programas? Pues eso, consigamos entre todos que los que viven de la política nos tenga miedo por ese 'arma' que tenemos con las papeletas. Así se lo 'currarán' más y mejor cuando gobiernen.
Mucho podemos especular sobre qué puede pasar, pero resulta que no soy quien para aventurarme a lo que ustedes, los ciudadanos, van a hacer hoy eligiendo y depositando papeletas. Cada persona es un voto, pero, sobre todo, cada persona es 'un mundo'. Lo que sí estoy convencido es que al que voten será el candidato 'ferpecto'. La política no es así, pero sí la democracia".