‘Gracias por consumir’
Si no fuese por las ganas de vivir de tanta gente, estaríamos inmersos (otra vez) en una gran crisis. Así de claro empiezo. Estamos en época de abusos en los precios y de despropósitos políticos, pero si no fuera porque la mayoría de españolitos están haciendo circular el dinero, estaríamos peor. ¿Alguien ha visto quemar billetes en tiempos de crisis?, ¿a que no? El dinero no desaparece en esos malos tiempos, sino que, simplemente, se paraliza su uso. La alegría también es positiva en economía.
En todos los tiempos han existido pobres y seguirán existiendo, al igual que se puede decir de los ricos. Entremedio está la mayoría, los que sufren las decisiones de los políticos y de los grandes capitalistas. La pandemia fue una pesadilla para muchos y un negocio para algunos, como las empresas de alimentación, que fueron las más beneficiadas, dicho esto con datos en la mano. El mejor ejemplo está en la proliferación de grandes supermercados desde entonces. Pero, encima, ‘quien más tiene más quiere’ y en los últimos meses nos castigan con una subida de precio que no tiene justificación. También hemos sufrido y sufriremos los encarecimientos de combustibles y energía eléctrica, a lo que luego se suman los que diciendo que ‘todo sube’ elevan sus tarifas muy por encima de lo que deberían. Bueno, y ya por citar, que no se me olviden los abusos bancarios. Y ante este panorama, lo normal es que el españolito hubiese cogiese miedo a gastar y que el dinero se paralizase. Entonces es cuando surge esa conocida situación de popular palabra: crisis.
Sin embargo, ¿por qué no ha sucedido? Cada uno tiene su explicación. Un servidor piensa que la pandemia nos ha enseñado a que nos podemos encontrar con situaciones realmente ‘gordas’ e inesperadas, y de ahí ese afán por disfrutar. Personas de total confianza me están comentando este verano de cifras espectaculares de turismo que viene y de personas de nuestra comarca que se van haciendo uso de las agencias de viaje. Luego están los que se desplazan por medios propios. Son muchos, pero aún así, donde vayas este verano está a tope, ya sean fiestas populares, eventos musicales, espectáculos deportivos o, simplemente, las terrazas de muchos bares. La mayoría (pienso) gastan y no creo que sean ‘suicidas económicos’. Hay familias en las que trabajan los dos y también es tiempo de pocos hijos. ¿Se puede disfrutar?, ¿a qué esperamos? Gracias a ellos el dinero no está parado, el gasto es muy elevado y no estamos en la enésima crisis de nuestras vidas. También están los que auguran que esta situación sólo demora lo inevitable, que la crisis llegará. Bueno, pues vale, pero que 'nos quiten lo bailao'.
Dicho todo esto, apunto que ‘lo cortés no quita lo valiente’. Por ello, disfrutemos y ‘leña al mono’ hacia el que abuse subiendo precios en su afán de negocio. Si una tienda nos clava, busquemos otra. Si un bar nos amarga lo que hemos tomado, dejemos de ir ahí. Y mientras, si de verdad los políticos tienen vocación de servicio al ciudadano, que presionen (pueden hacerlo) a los abusones.
No queremos sufrir otra vez una pandemia y nos dejamos la piel en nuestros trabajos para tener una vida agradable. Merecemos ejercer ese derecho que tenemos de disfrutar entre tanta obligación. Más vale vivir el ahora que vegetar por el mañana. Por eso, gracias por consumir de manera tan ‘ferpecta’.