'Parece que vamos, pero... ¿de verdad vamos?'
Estamos en plena revolución tecnológica, en la que nos bombardean con el uso de las vías telemáticas y con todo lo que es capaz de hacer la IA, pero, mientras, de forma paralela, vamos hacia atrás. Me refiero a determinadas cuestiones de La Unión en las que hay que ahora nos cuesta desplazarnos cuando no era así no hace muchas lunas.
El ejemplo más claro está en el juzgado de paz. Pongamos que una pareja se quiere casar, lo que se está produciendo los viernes con bastante asiduidad. Antes, todo el proceso se efectuaba en la ciudad minera. Desde hace un tiempo, hay un trámite en el que hay que desplazarse a Cartagena cuando resulta que aquí sigue trabajando un secretario judicial. ¿Eso es avanzar?
La pareja y los dos testigos deben acudir al Registro Civil de la ciudad portuaria para firmar un papelico que antes rubricaban en las oficinas del histórico inmueble de la calle Salvador Pascual. Por ese garabato, entre 50 y 100 personas tienen que desplazarse cada mes. El motivo, por lo que hemos podido conocer, es que desde hace un tiempo los juzgados de paz han pasado de ser 'satélites' a 'sucedáneos' de un principal (dicho de forma basta), dentro de un proceso que huele a futura desaparición. Perder servicios públicos no es avanzar, te lo expliquen como te lo expliquen.
La Unión tiene más de veintiun mil almas y merece, al menos, tener lo que tenía, al igual que merece más servicios públicos nacionales y regionales, pues en este artículo de opinión me centro en ellos y en una relación en la que, entre otros, no olvido lo del cuartel de la Guardia Civil con horario matinal de lunes a viernes. Pasan los años y, como la 'Puerta de Alcalá, ahí está, viendo pasar el tiempo' y generando muchos viajecitos a Cartagena.
Bueno, y si hablamos de la DGT (Tráfico), pues resulta que las citas hay que pedirlas por internet, pero se ha convertido casi en una misión imposible, por lo que conozco a bastantes que tienen que ir a las oficinas de la cartagenera calle Gisbert para que (curiosamente, por internet) le den día y hora, con las que volverán a viajar.
Y dentro del capítulo autonómico, viajar también es habitual para los que tienen que hacerse radiografías cuando resulta que cuando fue inaugurado el centro de salud hace más de una década (era Valcárcel el presidente del gobierno regional) se dijo que estaba preparado para una sala de Rayos X. ¿Cuántos viajecicos no ha generado desde entonces?
Por cierto, en cuanto a la calidad de servicios públicos, ya no hay citas telemáticas para pedirle una medicina a tu médico, teniendo que recurrir a las presenciales, que te las dan, al menos, con una semana de retraso.
Los ejemplos que he puesto son para que nuestros gobernantes se planteen que no es de recibo que, en ese desazón que tienen por hacerlo todo digital y proclamar a pecho henchido que se modernizan, vaya acompañado de demasiados viajecicos para los ciudadanos de a pie. Algo (o mucho) falla.
Sin embargo, puede ser que un servidor este equivocado en lo que expone y que esté exagerando porque resulta que todo está 'ferpecto'.