'Lo de Alves'
Justicia y aplicar justicia no es lo mismo, pues lo segundo se basa en la interpretación subjetiva de las leyes. Digo esto por las chocantes sentencias que ha tenido el futbolista brasileño sobre una presunta agresión sexual. Los españolitos de a pie nunca terminaremos de entender resoluciones tan diferentes sobre un mismo caso que, además, dañan aún más la credibilidad sobre este sistema judicial, pero lo grave está en que sucede a diario más allá (realmente es 'más acá') de Alves.
Ni sé ni entro en si Alves es culpable o inocente, si fue condenado siendo inocente o si ha sido exculpado siendo culpable, si la víctima quiso aprovecharse o es más víctima aún, pero sí en que cómo pueden existir condenas tan opuestas sobre lo mismo aplicadas bajo el manto del mismo sistema judicial, que es lo que han hecho la Audiencia de Barcelona y el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Ahora, si pienso que entre jueces y magistrados (como en botica) hay de todo, me resulta más fácil entenderlo (que no justificarlo).
Por cierto, un apunte que me choca. He visto bastantes juicio por agresiones sexuales que se han dado con sólo dos personas como testigos, el acusado y la denunciante. En el resultado, muchas veces, ha sido clave la credibilidad generada por la presunta víctima en sus diferentes declaraciones durante el proceso. Ahora, con 'lo de Alves', escucho que las tres magistradas del TSJ dicen que no es lo mismo 'credibilidad' que 'fiabilidad', pues lo primero es subjetivo y lo segundo contiene pruebas periféricas, por lo que al existir dudas se mantiene la presunción de inocencia. ¿Quiére decir esto que a partir de ahora perderá peso el testimonio de la presunta víctima? Repito que digo todo esto sin poner la mano en el fuego por uno o por otra, pero son dudas que generan los propios currantes de la justicia entre el resto de mortales de este nuestro país.
Durante los más de quince años que he cubierto información de tribunales he comprobado que muchas causas dependen en buena parte, además de los abogados y fiscales, del juez que te toque. Es decir, incluimos el azar en la justicia, con lo que ya no sería tal. Lo grave es que lo que hemos visto que ha sucedido con el jugador más laureado, posiblemente, de la historia del fútbol de élite nos puede pasar (y está pasando) a cualquier hijo de vecino en España.
Un ejemplo que es cierto. Reclamas 1.500 euros por una deuda que le pagaste a otra persona y de la que tienes los justificantes. Si resulta que el juez de turno tiene afán de archivar para ganar méritos ante los de arriba ante el gran volumen de causas acumuladas que existe, pues te quedas sin un dinero que te era muy necesario. Es sólo un ejemplo en un caso que ni por asomo tiene el drama personal de 'lo de Alves', pero que pasa. También he conocido casos en los que han influido desde la religiosidad o la fama de duro de otros enjuiciadores. Entonces te das cuenta que si hubiese caído el asunto en otro juzgado, es posible que el resultado fuese distinto.
Ahí está lo grave de 'lo de Alves', que lo que ha sucedido en un gran escaparate es un reflejo de lo que también sucede a ras del suelo en asuntos sin tanta relevancia para la opinión pública, pero sí para el interesado que los sufre.
Repito, en el mundo judicial, al igual que en todas las profesiones, hay de todo, pero pienso que al tratarse del terreno de la (aparente) justicia la gravedad es mayor. Claro, que lo mismo hablo de más, y resulta que la justicia es 'ferpecta' la imparta quien la imparta".