'Aires y frescos'
A fecha de hoy, cuando ya se ha agotado un cuarto de siglo XXI, cuesta entender que se pase calor en aulas de centros docentes y que en algunos casos se lleven 'mendigando' varios años una solución al gobierno regional que no llega. Me pregunto si otra cosa pasaría si los políticos responsables tuvieran que estar sin aire acondicionado en sus centros de trabajo mientras no arreglasen el problema de los jóvenes y futuros contribuyentes.
Con tanto avance tecnológico, ¿por qué el aire acondicionado sigue siendo caballo de batalla en los centros docentes? Además, no es algo puntual, pues entre los centros afectados figuran algunos con varios años reclamando una solución a las autoridades, como es el caso del centro de educación especial 'Enrique Viviente' de La Unión, que lleva unos mil días con los aparaticos averiados y con jornadas donde llegan (y superan) los 30 grados en aulas y otras dependencias por muchos ventiladores que pongan o abran ventanas y puertas.
Sabemos que, salvo excepciones, la vocación de servicio del político tiene una correspondencia directa con un buen sueldo y que en su labor de gestión del dinero público tratan de hacerlo bien, pero creo que, en ocasiones, su escala de preferencias no es la más acertada. Entiendo que se esté llevando a cabo una fuerte inversión económica, por ejemplo, en instalar placas solares en los centros públicos, entre otros asuntos educativos, pero considero que antes que la eficiencia energética están siempre las personas. ¿Se me entiende, verdad? Cuando los que trabajan en espacios públicos en una tierra soleada y calurosa como es la Región de Murcia puedan estar frescos desarrollando sus obligaciones (incluidos los estudiantes), entonces se pasa a otros capítulos. Dicen que trabajan en ello, pero la duda es si lo consideran preferente y urgente. Por el tiempo pasado, la respuesta es evidente.
Por ello, he comentado antes lo de que no vendría mal que mientras un problema de estos (salvo casos excepcionales más que justificados) esté calurosamente latente, ellos tendría que solidarizarse y desconectar sus aires refrescantes. Seguro que entonces les entraban las prisas. En todos los años que llevo pisando este mundo aún no he conocido caso alguno de que un político en cargo de administración pública esté mucho tiempo con el aire acondicionado de su despacho averiado. Lo que no quieras para ti, no lo aceptes para los demás.
Sin embargo, como tantas veces, lo mismo estoy equivocado en estas cosas que me pasan por la cabeza y resulta que colocar una placa solar es más importante que quitarle el sudor a un alumno. Entonces, todo está 'ferpecto' como se está haciendo y me tendría que haber callado, pero me da que quien no suda no siente tanto".