'El aplausómetro y la política'

Escrito por Carlos Illán Ruiz. 1-3-2025 (sábado).

Las dos ovaciones de mayor duración de anoche, durante la final de las chirigotas del Carnaval de Cartagena, fueron para la labor del pueblo en la tragedia de Valencia y para el lamentable papel de los políticos desde entonces, con posterior utilización del tema para su ya aburrida batalla diaria.

Que si 'Perro Sánchez', su mujer y su hermano, que si Díaz Ayuso y su esposo, que si Koldo, que si Ávalos, que si Mazón, que si... Lo reconozco, estoy perdido de cómo va (si es que va) este eterno combate de juego de rol político. Y me parece hasta cansino estar todos los días con lo mismo en los informativos de la televisión, de la radio y de la prensa digital y de papel. Hay un momento en que ya no sé si uno ha declarado, si el otro ha sido imputado, si la de más allá quiere 'tirar de la manta' o si el otro se ha dejado el fuego sin apagar. Bien, un servidor anda perdido y conozco a muchos más en situación similar. Antes me preguntaba si me estaba haciendo 'pasota' de forma equivocada, quizás por mi avanzada edad, pero lo que escuché anoche en El Batel (lo cantaron tanto 'Los picoesquinas' como la 'Chirigota del Jallullo') me animó y me ratificó en mis pensamientos cuando escuché esos prolongados y multitudinarios aplausos con respecto a la tragedia de Valencia, donde se ensalzó a los voluntarios y se criticó a la derecha y a la izquierda (tanto monta, monta tanto).

Sigo pensando que en España hay una minoría ruidosa (y más con las redes sociales) y una mayoría silenciosa, además de que los partidos políticos de los grandes jefes siguen en un particular juego de rol que sólo interesa a ellos y a sus forofos. Sin embargo, me anima ver  que la cifra de 'hinchas políticos', esos que son rojos o azules pase lo que pase y que sólo atienden a lo que diga el líder de turno, cada vez es menor. Siempre he dicho que el voto es una cosa muy seria para el demócrata, por lo que hay que ganárselo y no se debe regalar a nadie, pero a nadie.

No hace mucho decían a diestro y siniestro los bocazas políticos que apostaban por la regeneración respecto a las etapas anteriores para recuperar la credibilidad del pueblo. 'Ja, ja, ja...', es lo que se me ocurre cuando ya han pasado años desde entonces.

En base a ese aplausómetro de las chirigotas, hay muchos más temas (al margen del fútbol, de la Semana Santa y de meterse con Murcia) que interesan que la corrupción política. Uno es que el asesino de una mujer sea condenado, pues luego cambian las leyes, llegan las reducciones de pena, las aplicaciones del buen comportamiento... Al final, el crimen se 'paga' con pocos años de encierro. Así lo cantaron 'las hechiceras de Las Chochonis'. También 'Los picoesquinas' abogaron por la plena igualdad de sexos y plasmaron que tanta historia con el Mar Menor y lo que de verdad interesa a la mayoría es que pongan redes contra las medusas.  

Por cierto, 'los robinsones' de Santa Lucía expresaron lo que reflejan las cifras de internautas que siguen las sesiones por internet o los que acuden como espectadores presenciales. Me refiero a que los plenos municipales "son un coñazo", dijeron, además de exponer que lo que interesa a los grandes partidos es "tener al pueblo aborregado" mientras que no dejan "de robar".  

Bueno, podría decir mucho más, pues es un encanto crítico escuchar  veladas chirigoteras para aquellos que creemos que todavía nos late un corazón rebelde, pero lo mismo estoy confundido porque todo los de anoche fue una graciosa broma y todo el machaque de noticias de corrupción (que al final pocos saben cómo acaban) está 'ferpecto' como se vocifera".   

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